Y todo comenzó...... con estas películas para niños. Yo quería "dar cine" a mis amigos como mi padre hacía en el del barrio. Así que ......un 6 de enero de 1972, mi sueño de niño se hizo realidad, Baltasar me dejó bajo mi árbol un proyector de cine. Aún no existía el famoso Cinexin, que vendría más tarde, así que tuve que conformarme con un proyector muy rudimentario. Consistía en una caja con una lámpara en la que las películas eran todas de dibujos animados en blanco y negro. Rollos de papel vegetal que se iban pasando con una manivela del "sofisticado" artefacto; lo raro es que funcionaba, claro que luego había que rebobinar el rollo ¡a mano!, menos mal que no era muy extenso ya que cada película duraba unos 5 minutos.
Y de las películas para niños poco tardé en aprender a disponer las películas para los proyectores de verdad, los del cine. Y a decir verdad, todo era muy artesanal, desde que llegaban las películas al cine hasta el modo de proceder con el aparato.
Las películas llegaban en camión desde las distribuidoras de Madrid en sacos que había que subir a las cabinas (todavía recuerdo al hombre que las traía, un tipo grande que podía con los dos sacos de las películas, una en cada mano). Como era un cine de sesión doble, y yo mucho más "jijas" que aquel forzudo, subía los sacos de uno en uno, Cada uno tenía entre 6 y 8 rollos de celuloide, más las caja, que al principio era metálica y más tarde pasaría a ser de plástico.
Una vez en la cabina, había que ir sacando los rollos de película, y verificar la ficha técnica que venía normalmente con el primer rollo, aquí es el punto, donde el operador de cine cruzaba los dedos porque esta ficha detallaba el grado de conservación de la copia.
Barras de carbón para proyección de cine |
Rollos de películas listas para montar en bobinas |
Empalmadora de 35mm.Que invento |
La técnica artesanal del empalmado consistía en rascar en cada uno de los extremos de los dos rollos un cuadrito del fotograma con una cuchilla de afeitar e impregnarla de acetona. Hay que tener en cuenta que las películas tenían que aguantar los tirones que daban los proyectores de la época, de ahí su degradación. Cómo hubiera sufrido mucho llegaría con Degradación máxima, nivel 3, por lo que nadie te salvaba de 2 a 4 cortes por pase, a empalmar con acetona, todo un via crucis cuando hacía mucho calor. Qué gran invento "las empalmadoras" que llegaron después, disponiendo de una guillotina para cortar y un soporte para celo.
Y por fin, a proyectar, pero eso lo dejo para otro día...
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